lunes, 1 de septiembre de 2014

WAR II



El verano de 1939 tenía prisa, o tal vez la tuviera Liesel. Se pasó todo el tiempo jugando al fútbol con Rudy y los demás niños en Himmelstrasse (un pasatiempo atemporal), repartiendo la ropa planchada por toda la ciudad con la madre y aprendiendo palabras. A los pocos días de empezar, se sentía como si ya se hubiera acabado.
Dos cosas ocurrieron en la última parte del año.

& ENTRE SEPTIEMBRE
Y NOVIEMBRE DE 1939 &
1. Empieza la Segunda Guerra Mundial.
2. Liesel Meminger se convierte en la campeona de los pesos pesados del patio del colegio.

Principios de septiembre.
En Molching hacía frío el día que empezó la guerra y aumentó mi volumen de trabajo.
En el mundo no se hablaba de otra cosa.
Los titulares de los periódicos se deleitaban con ello.
La voz del Führer clamaba en las radios alemanas. No nos rendiremos. No descansaremos. Venceremos. Ha llegado nuestra hora.
Se había iniciado la invasión alemana de Polonia y la gente se reunía en cualquier lugar para escuchar las noticias. Münchenstrasse, como otras muchas calles principales de Alemania, se animó con la guerra. Su olor, su voz. El racionamiento había empezado unos días antes —se lo esperaban— y ahora ya era oficial. Gran Bretaña y Francia habían declarado la guerra a Alemania.
Apropiándome de una frase de Hans Hubermann:

Empieza la diversión.




Hoy 1 de septiembre de 2014, se cumplen 75 años del inicio de la 2ª Guerra Mundial







EL DESERTOR

Señor Presidente
voy a escribirle una carta
que quizá usted lea
si dispone de tiempo

Acabo de recibir
mis papeles militares
para irme a la guerra
antes del miércoles por la tarde

Señor Presidente
me gustaría no tener que hacerlo
pues no estoy en la tierra
para matar a pobres gentes

No es por molestarle
pero he de comunicarle
la decisión que he tomado:
voy a desertar
Después de haber nacido
he visto morir a mi padre
he visto partir a mis hermanos
y llorar a mis hijos

Mi madre sufrió tanto
que ya está en su tumba
y se burla de las bombas
y se burla de los gusanos

Cuando estaba prisionero
me quitaron a mi mujer
me quitaron mi alma
y lo más querido de mi ayer

Mañana muy temprano
voy a dar con la puerta
en la nariz a los años muertos
y me iré por los caminos

Mendigaré para vivir
por los senderos de Francia
desde Bretaña hasta Provenza
y les diré a las gentes

No obedezcáis
no la hagáis
no vayáis a la guerra
negaros a partir

Si hay que dar la sangre
id vosotros a dar la vuestra
usted es buen apóstol
Señor Presidente

Si me hace perseguir
prevenga a los soldados
que yo no iré armado
y podrán disparar sobre mí.


BORIS VIAN



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